Hoy quiero escribir sobre un fenómeno curioso en el mundo del rol, que lleva tiempo en boga, pero sobre el que me he interesado sólo recientemente: el de los retroclones.
La historia, muy resumida, es la siguiente: hace unos años, Wizards of the Coast (los del Magic, como sabéis) compraron TSR (los del Dungeons and Dragons, para entendernos).
Pasado un tiempo, Wizards of the Coast decidió hacer "públicas" las reglas de Dungeons and Dragons, y al estilo de la licencia GPL de Linux, creó la licencia OGL (Open Game Licence). De este modo, cualquiera puede crear una aventura, un monstruo o un mundo basado en las reglas de D&D (es decir, con tiros de salvación, clases de personaje, niveles de experiencia y toda la parafernalia D&D) y publicarla de forma totalmente legal. La única condición es que incluyas la licencia OGL en tu producto y que tu producto sea a su vez "de libre uso". No está prohibido, eso sí, que vendas tu producto.
Una de las consecuencias curiosas de esta licencia es que muchos fans han decidido crear conjuntos de reglas que emulen las antiguas versiones del Dungeons and Dragons: son los llamados retroclones. Una de las razones es la complejidad y hasta farragosidad que están alcanzando las últimas versiones del D&D. Como dijo alguien, para jugar ahora al D&D necesitas una biblioteca. Lo que ofrecen los retroclones son justo lo contrario: lo básico para poder jugar al estilo original.
La idea está teniendo tanto éxito que se pueden encontrar bastantes de estos sistemas "retroclónicos" gratis y con bastante calidad. Enre los más oídos están los siguientes:
Labyrinth Lord
Swords & Wizardry
OSRIC
En España, la experiencia también está dando sus frutos. En las tiendas se puede encontrar por 10 euros el libro de reglas homónimo que ha sacado la gente que lleva el excepcional blog rolero Aventuras de la Marca del Este.
Si se prefiere algo español y gratis, está Roll & Play!.
A mi personalmente me está interesando el tema por varias razones:
- Estos reglamentos son compatibles con los módulos originales de las primeras ediciones de D&D, que son muchos, tienen fama de divertidos, y se pueden conseguir fácilmente.
- En un único libro tienes todo lo necesario para jugar.
- Son gratis y están puestos a prueba por auténticos frikis que se habrán encargado de tunear el juego a conciencia sin complicarlo demasiado.
- Parece divertido experimentar el sistema del primer juego de rol y volver a la diversión sencillota de explorar el dungeon y liarte a natas con los bichos que te vayas encontrando.
Con RuneQuest pasó algo parecido y se sacó la RuneQuest SRD. Puede encontrarse en montones de enlaces en inglés (por ejemplo, en éste), y en alguno en español. ¡Ojo! Lo que es "libre" es, en estos casos, el sistema de reglas... no la ambientación. Glorantha sigue siendo propiedad de los creadores originales de RuneQuest.
La verdad es que también me está apeteciendo jugar una partida de explorar mazmorras y repartir cera, de las de toda la vida...
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